Última parada de esta ruta por República Dominicana, llegamos a la capital del país, una ciudad enorme, el tiempo sólo nos alcanza para visitar el barrio colonial.
Nos alojamos en el barrio colonial, la zona es agradable aunque hay que ir al tanto con teléfonos móviles, cámara de fotos y demás pertenencias que estén a la vista, un hombre español para el coche y nos da el aviso desde dentro del auto.
El alojamiento, que no recomiendo para nada, está cerca del malecon, desde allí se puede ver la estatua en homenaje a Fray Antón de Montesino, misionero y fraile español.
Tras dar unas vueltas por la zona colonial y ver la catedral fuimos a cenar a Petrus, una hamburguesería donde el servicio dejaba bastante que desear, después de la cena acabamos tomando unas copas en Parada 77, un bar donde ponen música salsa y de vez en cuando hay artistas tocando en directo, hay muy buen ambiente y la gente sale a la pista a bailar.
Al día siguiente nos pasamos por la playa de Boca Chica, una playa bonita, que tendría más encanto si no estuviera tan masificada y orientada al turismo, al fin y al cabo, es la playa más famosa de Santo Domingo, así que es lógico.
Algo que te llama la atención son los avisos en algunos lugares públicos, en este caso, a la entrada de la playa de Boca Chica encontramos este letrero.
Precios
1040 DOP – Alojamiento Boutique Casa Osiris – Recomendado
450 DOP – Cena en hamburguesería Petrus – Recomendado
200 DOP – Mojito u otro cocktel en Parada 77 – Recomendado
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